Demasiado entusiasmo

Para salir de su depresión " , le aconsejó el psicoterapeuta a su paciente "ponga entusiasmo en sus actividades! diarias. ¡Levántese de la cama con entusiasmo! ¡Vaya a trabajar con entusiasmo. ¡Hágalo todo con entusiasmo! ' '
Una semana después, el paciente estaba de regreso en el consultorio, más deprimido que nunca. El psicoterapeuta le preguntó si había seguido sus instrucciones.!
— Sí, lo hice, y ese fue el problema — replicó el hombre — . Me levanté de la cama con entusiasmo. Tomé mi desayuno con entusiasmo. Le di a mi mujer el beso de despedida con entusiasmo. Entonces llegué a mi trabajo dos horas tarde, y me despidieron.

Demasiado tonto

El conserje de un hotel de la Ciudad de Nueva York trabó conversación con uno de los huéspedes, y ambos empezaron a intercambiar bromas.
—Yo me sé una adivinanza —dijo el empleado—: Mi madre y mi padre tuvieron un bebé. No fue mi hermano ni mi hermana. ¿De quién se trata?
El huésped se quedó pensando un momento y luego se dio por vencido:
—No sé.
—¡De mí! —exclamó el empleado.
El visitante volvió al lugar donde vivía y pronto planteó la adivinanza a un amigo.
—Mis padres tuvieron un bebé. No fue mi hermano ni mi hermana. ¿De quién se trata?
—No sé :—contestó el amigo—. ¿De quién?
—De un conserje de Nueva York.

Quejoso

Un disgustado inquilino se quejaba:
—El techo tiene goteras, la lluvia entra por una ventana rota y los pisos están anegados. ¿Cuánto va a durar esto?
El casero replicó:
—¿Cómo puedo yo saberlo? ¡No soy
meteorólogo!

El monstruo no aparece

Cierto individuo que viajaba por Escocia fue a visitar Loch Ness, con la esperanza de ver al famoso monstruo residente de ese lago.
—¿A qué hora acostumbra aparecer el monstruo? —preguntó el turista a un guia.
La respuesta fue:
—Después de unas cinco copas de whisky.

Suertudo

El agente hace señas para que un auto se detenga en la carretera.
—¿Qué pasa? —pregunta el conductor, y muestra su licencia.
—Su esposa se cayó de su auto cinco kilómetros atrás.
—¡Oh, gracias a Dios! ¡Pensé que me había quedado sordo!

Sin apuro

Durante un paseo en auto por el campo, una mujer se asombra al ver a un hombre en una escalera apoyada contra un manzano y con un chivo en brazos. El animal se está comiendo tranquilamente las manzanas. La mujer, intrigada, acerca el auto, se apea y pregunta al hombre:
—¿Qué hace usted allí?
—Alimento a mi cabra, claro.
—¿Pero no cree que así va a tardar mucho tiempo?
—Es que la cabra no tiene apuro.

Servicio mas barato.

Nuestro guía de turismo francés nos relató la siguiente anécdota: Un sudamericano y su esposa visitaban París por primera vez. Una noche, mientras él esperaba a su consorte a la puerta del hotel, una prostituta se acercó y le ofreció sus servicios por 125 dólares.
—¡Jamás he pagado más de 15 dólares por una mujer! —se indignó el forastero.
La cortesana siguió su camino.
Al cabo de un rato bajó la esposa a reunirse con él y anduvieron un trecho hasta un café donde se toparon con la mujer de marras. Esta miró de arriba abajo a la consorte, se volvió desdeñosamente al presunto cliente y, alzándose de hombros, dijo:
—¡Vea usted lo que consigue por 15 dólares!.

—d.b.

Loro parlanchín

Un ladrón se metió cierta noche a una casa en donde aparentemente no había nadie, y de pronto oyó una voz que decía: "Te estoy viendo, y el Santo también".
El sorprendido asaltante dio otro paso. y volvió aoír: "Te estoy viendo, y el Santo también", Entonces dirigió la luz de su linterna hacia el lugar de donde provenía la voz, y descubrió a un loro.
"¡Pájaro estúpido!", exclamó el ladrón, en tono de desahogo. El ave repitió su cantinela.
"¡Cállate!", ordenó el hombre mientras encendía la luz de la habitación. En ese momento vio a un perro doberman, sentado junto a la percha del perico, que lo miraba con ojos amenazadores.
"¡Atácalo, Santo! "chilló el loro.

Toda una señora

Un comerciante fue conducido ante un tribunal de justicia, acusado por una señora de haberla llamado "puta". El comerciante preguntó al juez, que lo declaró culpable:
—¿Entonces no me está permitido llamar "puta" a la señora?
—Así es —asintió el magistrado.
—Bueno... ¿y podría llamar "señora" a una puta?
—Por supuesto que sí.
Y volviéndose acto seguido a su acusadora, dijo el comerciante.
—Muy buenos días, señora.

—g.m.c.

Buenas y malas

Cuarenta galeotes iban remando rítmicamente, en un barco romano, cuando el cómitre se levantó para decirles:
—Os tengo noticias buenas y malas. Primero os daré las buenas.
Los remeros pusieron atención.
—Helas aquí. Subid los remos. Hoy os darán el almuerzo completo y una ración entera de ron.
—Hurra! —corearon los galeotes.
—Y ahora viene la mala noticia: El capitán ha resuelto que después del almuerzo va a practicar el esquí acuático.

—f.r.

Bajar de peso

Un hippie muy obeso, que no se había cortado el cabello desde hacía tres años, entró en una
barbería y dijo al peluquero: "El médico me advirtió que debo bajar cinco kilos. Córtemelo todo".

-e.k.

Sin camión

Cuentan de un señor que, muy sobresaltado, llamó a la estación de bomberos y dijo a gritos que se estaba incendiando su casa.
—¿Cómo llegamos hasta allá? —le preguntaron.
—¡Qué! ¿Entonces ya no tienen el camión colorado?

—a.t.

El gran premio

En la vitrina de un restaurante había un letrero que decía: "Premio de 500 dólares para quien pida algo que no podamos servirle". Cierto turista resolvió ganarse ese dinero y pidió a la camarera:
—Tráigame un emparedado de oreja de elefante.
La empleada fue a la cocina y dijo al cocinero:
—Puedes prepararte a pagar los 500. Un cliente ha pedido un emparedado de oreja de elefante.
—¡Cómo! ¡No me digas que se nos agotaron las orejas de elefante!
—No, no, lo que se nos acabó es el pan.

—s.m.

Letrero en el escaparate de una tienda

SOMBREROS PARA TODO TIPO DE CABEZAS: PEQUEÑAS, MEDIANAS Y HUECAS.

Pizza cara

Carta a una periodista que da consejos sentimentales:
Querida Gabby: Mi novio me compró una pizza. Encima de ella puso un anillo de compromiso. Mi mamá esta furiosa. Opina que las solteras no deben aceptar regalos de los hombres. ¿Qué debo hacer?
Firmado: Adolescente.
Querida Adolescente: Tu madre tiene razón. Debes devolver la pizza.

—m.b.

Whisky triple

Un tipo entró a una cantina, pidió una copa de whisky y, tras apurar el contenido, se dispuso a salir.
—Señor —le gritó el cantinero—: no me ha pagado. El individuo sólo respondió: —Ya le pagué —y se marchó. Poco después se presentó otro parroquiano, que tras pedir también una copa de whisky y consumirla se levantó para salir. Cuando el cantinero le pidió el dinero, él también dijo haber pagado ya. Al llegar un tercero y ordenar un vaso de whisky, el tabernero le dijo:
—Figúrese usted que acaban de venir dos clientes. Ambos pidieron whisky, como usted, y luego se marcharon insistiendo en que ya habían pagado. ¿Qué le parece esto? -—Déjese de charlas y déme mi cambio.

—b.p.

Aviador tonto

Una pareja de cazadores contrataron una avioneta para viajar a Canadá. Dos semanas después, cuando regresó el piloto a recogerlos, vio el par de enormes piezas que habían cobrado y les dijo:
—Les advertí, señores, que únicamente podría llevarlos a ustedes con un solo alce. Tendrán que abandonar el otro animal.
—Pero el año pasado vinimos aquí en un avión de este tamaño —protestó uno de los cazadores— y el piloto nos permitió llevar las dos piezas.
—Bueno, si ya lo han hecho antes, supongo que no habrá inconveniente en hacerlo otra vez.
Así que la avioneta fue cargada con los dos animales muertos, el piloto y los cazadores. Despegó con dificultad, debido al peso excesivo y le fue imposible remontarse sobre una colina que obstruía el paso. Tras el consiguiente choque, los dos amigos salieron a inspeccionar los alrededores. Un cazador, volviéndose al otro, preguntó:
—¿En dónde estamos?
Su compañero escudriñó atento el paisaje:
—Creo que logramos llegar unos 800 metros más adelante que el año pasado.

Retraso

El soldado acababa de llegar a un campamento cercano a su casa, después de pasar tres años en el exterior y estaba muy ansioso por ver a su esposa. Pero por más que rogó e imploró, no le dieron sino dos horas de licencia. Tras una ausencia de seis horas, regresó al campamento.
—¿Por qué viene con cuatro horas de retraso? —le gritó el sargento. ,,
—Bueno —respondió el soldado—, al llegar a casa, hallé a mi esposa en la bañera ... y me tardé cuatro horas en secar el uniforme.

—p.c.

Olvido

En la playa:
—He olvidado mi cigarrera. Tengo que ir a buscarla —dice ella.
—No hay necesidad —comenta él—, fumarás de mis cigarrillos.
—No es eso, es que no puedo bañarme.
—¿Pero por qué? —pregunta él intrigado.
—Porque en la cigarrera tengo el
traje de baño.

Deseo de un padre

Un tipo muy intrépido resolvió inscribirse en un rodeo para probar cómo era. Se anotó para montar en pelo un potro cerrero; en un abrir y cerrar de ojos quedó tirado en el suelo y sin sentido. Lo llevaron de urgencia a la unidad de neurocirugía de un hospital de aquella población.
—¿Cómo te sientes? —preguntó un amigo que fue a visitarlo al día siguiente.
—No del todo mal —dijo el jinete herido—. Al menos logré cumplir la ambición de toda la vida de mi padre.
—Oh. ;El quería que montaras en el rodeo?
—No; pero siempre pensó que debía hacerme examinar de la cabeza.

—R.P.

Donde pongo el ojo, pongo el ojo


Emprendedores

Entre amigos:
—Yo he venido a América con cinco pesos y he abierto un negocio de librería y papelería.
—Yo he conocido otro, que también vino aquí con un destornillador y una lima y después de pocos días abría un negocio de relojería.
—Y ¿dónde está?
----En la cárcel —

Familia complicada

EL NUEVO director de un manicomio se dirige a un paciente:
—¿Y usted por qué está aquí?
—Verá, doctor —contesta el interno—. Yo me casé con una mujer viuda que tenía una hija adulta. Mi padre, también viudo, se casó con esa chica. Así, mi mujer se convirtió en suegra de su suegro, y su hija en hijastra y madrastra mía a la vez. Mi padre tuvo un hijo, mi hermano, que era al mismo tiempo nieto de mi mujer. Yo tuve también un hijo, que es cuñado de su abuelo y al mismo tiempo tío carnal de su tío carnal, o sea, del hijo de mi padre, que es mi hermano. Por su parte, mi padre dice siempre "mi cuñado" al hablar de su nieto; y mi hijo llama "abuela" a la que es hermana suya. Yo tengo ahora h impresión de ser padre de mi madre y hermano de mi nieto, así como de tener una mujer que es hija de su yerno y hermana de su nieto. A estas horas ya no sé si soy mi propio abuelo, el padre de mi hermano o el sobrino de mi hijo, puesto que este es hermano político de mi padre. Por todo esto, señor, estoy aquí: vivo más tranquilo que en casa.

Sin aderezo

Un cartero entró en la oficina de correos cojeando y con el pantalón desgarrado.
—¿ Qué te sucedió ? —le preguntó el administrador.
—Pues, que hacía mi ronda cuando me saltó un perrazo leonado y me mordió el tobillo.
—¿Te pusiste algo?
—No señor, parece que le gustaba así, al, natural.

—d.b

Correo ineficiente

Cierto agente vendedor que debía regresar a su casa el viernes, terminó las visitas a sus clientes un día antes de lo esperado y puso a su mujer un telegrama: llegaré el jueves.
Y el jueves llegó, estacionó su auto y se encaminó al hogar. Ya cerca, a través de la ventana vio a su esposa en brazos de otro hombre. Indignado, en vez de entrar, siguió calle abajo para ver a su suegro.
—¡No puedo tolerarlo! —gritó— Mañana a primera hora pediré el divorcio.
—No te precipites —aconsejó el suegro—. Estoy seguro de que hay una explicación. Déjame hablar con ella.
El padre fue a casa de la hija y, al volver, informó:
—Ya decía que debía tener una buena razón: no recibió tu telegrama.

Sano juicio

—No consigo descubrir la causa de su mal —informó el médico al terminar el reconocimiento del enfermo—. Francamente, creo que se debe al alcohol.
—Entonces —contestó el paciente— volveré cuando esté usted en su sano juicio.

—j.m.

Sin frenos

Poco después de estallar en llamas un pozo de petróleo, la empresa llamó a un grupo de bomberos especializados, que por lo intenso del calor, no pudieron acercarse a menos de 600 metros del fuego. Desesperada, la gerencia pidió ayuda a los bomberos voluntarios del pueblo, y al poco tiempo bajaba por el camino un destartalado vehículo y se detenía a 15 metros de las llamas. Los ocupantes saltaron fuera, se rociaron con agua unos a otros y empezaron a combatir las llamas.
Encantado, el presidente de la compañía dio al jefe de los bomberos un cheque por 2000 dólares y le preguntó qué pensaba hacer
con ellos. "Ante todo", respondió, "arreglarle los frenos a ese maldito
camión.

Urgencia

Un plomero contestó, bien pasada la medianoche, la llamada urgente de un médico.
—Siento mucho tener que llamarlo a esta hora —decía éste—. Sucede que se ha roto uno de los tubos del baño y se está anegando la casa. Le suplico que venga, en seguida.
—Mire, haga usted lo que voy a decirle —contestó el plomero—: tome dos aspirinas cada cuatro horas y échelas por la tubería. Si la fuga no se ha arreglado de aquí a la mañana, llámame por teléfono a mi oficina.

El envase ideal

En una clase de medicina se pidió a los alumnos que dieran cinco razones para demostrar que la leche materna es superior a la de vaca para los niños. Un estudiante escribió:
1. Es más rápida.
2. Más limpia.
3. Más segura: no hay modo de que el gato se la tome.
4. Más fácil de trasportar.
5. Viene en envases más atractivos.

Duda

Dos sujetos pararon su coche a la puerta de una taberna en un pueblo inglés. Después de algunas copas preguntaron al propietario si en aquella comarca había alguien que tuviera un gato negro con una orla blanca alrededor del cuello.
—Sí —repuso el cantinero—. En una casita camino arriba hay uno así.
—¿Y es grande . . . pero muy grande ?
—No. Al contrario: es un gatito pequeño.
—Entonces, ¿no habrá un gran perro negro con una orla blanca alrededor del pescuezo?
—No conozco ninguno.
El automovilista se volvió a su amigo:
—¿Te convences que fue al vicario al que atrepellamos?

— g.h.

No usar en vano

EL AVARO, a la mujer que sale de compras con el hijo menor: "No te olvides de quitarle los lentes cuando no esté mirando nada".

¿Donde guardaste el polvo?

LA RECIÉN casada no se distinguía por sus cualidades de buena ama de casa. Esto era su preocupación constante, hasta que una tarde el marido entró en casa, y desde el fondo del vestíbulo gritó, no sin contrariedad: "Mi amor, ¿qué has hecho con el polvo de esta mesa ? Tenía yo un número de teléfono escrito allí".

Ofendida

UN JOVEN médico que durante varias semanas había dado instrucción de primeros auxilios a un grupo de señoritas, resolvió cierto día realizar una prueba práctica. Estando en el estrado, de repente vaciló, se tambaleó y rodó por el piso. Las muchachas se quedaron paralizadas de espanto. Algunas gritaron; otras se pusieron de pie pero volvieron a caer sentadas; ninguna se adelantó b auxiliar al médico postrado. A los
pocos minutos el profesor se puso en pie nuevamente y amonestó a las alumnas por su falta de iniciativa.
—Si no pueden hacer frente a un simple desmayo —les reclamó— entonces estoy perdiendo el tiempo enseñándolas.
La discípula más aprovechada, con aire ofendido, se levantó de su asiento de primera fila, exclamando:
—Pero, doctor ... ! es que creímos
que era un síncope de verdad!

— D. B.

Aberiguación de antecedentes

UNA FAMILIA que acababa de instalarse en un nuevo vecindario procuraba crear buena impresión. Los vecinos, sin embargo, parecían fríos y poco dispuestos a entablar amistad. Un día la madre de los recién llegados por fin pudo oír, llena de dicha, que el hijo menor entraba en casa a la carrera y decía alegremente:
—¡Mamá! La señora de la esquina me preguntó cómo me llamaba.
—¡Qué bien, hijito! —exclamó la madre con entusiasmo—. ¿Y qué pasó entonces?
—Le dio mi nombre al policía.

— A. W. S.

Humor gráfico

Chiste muy viejo

El otro día tres compañeros de taberna sostenían una melancólica discusión. El tema era: "¿Con quién preferiría usted que lo enterraran?"
—A mí con Napoleón —decía el primero—. Así vendrían a visitar me millares de personas cada año.
—Yo preferiría estar con Shakespeare —apuntó el segundo, que era bibliómano.
—A mí que me entierren con Marilyn Monroe —dijo el tercero.
—Pero ... si Marilyn Monroe no ha muerto! —protestaron los otros dos.
—Precisamente ... ni yo tampoco —les contestó.

No soy mas la hija

la hijita de un cirujano famoso tenía la costumbre de contestar, cuando alguien le preguntaba su nombre, que era "la hija del Dr. Baker". Como a su mamá le parecía eso muy fachendoso, resolvió corregirla :
—De ahora en adelante —le advirtió— debes decir simplemente que te llamas María Baker.
Algunos días más tarde un colega del médico le preguntó a la niña:
—¿No eres tú la hija del doctor Baker?
—Eso pensaba yo —repuso la chiquilla—. Pero mamá dice que no.

Recluta último modelo

durante mi primer día corno recluta se me ordenó presentarme a la cocina donde un sargento me entregó un cuchillo, tras de indicarme una montaña de patatas.
—-Mi sargento —le dije—, indudablemente en esta época de la mecanización, las fuerzas armadas han de tener una máquina para pelarlas ...
—Sí que la tenemos .. ..y, tú eres el último modelo.

— a. i.

Dos somos muchos

Un león joven, que habían mandado al parque zoológico de cierta población pequeña, se sentía muy superior al viejo felino de la jaula vecina, que se pasaba el día entero echado y sin hacer nada. "Eso es indigno de un león", pensaba el joven para su capote. Así que se puso a pasearse de un extremo al otro, a rugir y a arañar los barrotes. Al llegar la hora de la comida, el leonero le echó al anciano rey de la selva un enorme trozo de carne cruda, mientras que al nuevo inquilino le dio sólo dos plátanos y un cartucho de maní. Éste se quejó a su compañero:
—¿Cómo es eso? A mí, que me esmero tanto en hacer el papel de león, me dan cualquier cosa, y a ti, que estás allí tumbado a la bartola, te premian con una opípara cena.
—Oye, muchacho —le dijo con gran tolerancia el león viejo—: éste es un pueblo pequeño y un parque zoológico muy modesto. No hay partida en el presupuesto para dos leones. A ti te trajeron aquí para que hicieras de mono.

— w. t.

Vivillo

CIERTO granjero mató un cerdo y lo colgó en la noche con la intención de descuartizarlo a la mañana siguiente; pero el cerdo desapareció.


A nadie dijo una sola palabra del asunto y nada ocurrió durante poco más de dos meses, hasta que un granjero vecino llegó de visita y preguntó:
—A propósito, José, ¿averiguaste quién te robó el cerdo?
—No, pero en este preciso momento lo acabo de saber. —

Apostador compulsivo

UN CABO se presentó a su nuevo regimiento con una carta de su ex capitán: "Será un buen soldado si le quita el vicio de apostar".
El oficial de mando lo miró con gesto severo.
—¿Qué clase de apuestas hace usted ?
—Casi de todas. Si quiere le apuesto una quincena de mi sueldo a que usted tiene una marca bajo el brazo derecho.
—Ponga el dinero sobre la mesa.
En seguida se desnudó hasta la cintura probando no estar marcado, y tomó el dinero. Luego llamó al capitán:
—Ese cabo no volverá a apostar después de la que le he jugado.
—No esté tan seguro; acababa de apostarme 2.000 dólares a que a los cinco minutos de presentarse con usted, le haría quitarse la camisa.


-B.P.

Emigrar

CIERTO" sujeto que vivía en Cuba fue a la estación de policía y pidió permiso de emigrar a Miami.
—¿No está contento aquí? —le preguntaron.
—No me puedo quejar.
—¿No le satisface su trabajo?
—No me puedo quejar.
—¿Está descontento con las condiciones de vida?
—No puedo quejarme.
-—Entonces, ¿por qué desea emigrar a Miami?
—Por que allá sí podré quejarme.

—T.H.K.

Bombero preñado

—HAZ UNA oración acerca de cualquier servidor público —pidió la maestra.
El chiquillo escribió; "El bombero bajó por la escalera preñado".
—¿Sabes qué significa preñado? —le preguntó, aparte, aquella.
—Claro. Quiere decir que llevaba
un niño.


—D.B.

Mucha casualidad

CONVENCIDO de que su esposa le era infiel, un hombre preparó una celada para descubrirla. Le llamó y le dijo que no regresaría hasta medianoche.
Sin embargo, llegó temprano a su casa y vio la mesa servida para
dos. "¡Te he sorprendido!" gritó, y corrió de cuarto en cuarto, revisando armarios y derribando muebles. Después salió al balcón y al ver que un individuo salía del edificio arreglándose la corbata le arrojó en su furia el refrigerador.
A las puertas del cielo, San Pedro interroga a dos hombres. El primero informa que salía de una tienda arreglándose la corbata cuando, sin más ni más, lo aplastó un refrigerador.
El segundo se acerca y refiere al apóstol: "Sé que no me vas a creer, pero... yo estaba sentado dentro de ese refrigerador".
—E.S.

El avaro

CIERTO avaro reunió a un médico, a un abogado y a un sacerdote en torno de su lecho de muerte:
—Siempre he oído que no se pueden llevar bienes al otro mundo; pero yo voy a probar lo contrario. Tomen estos tres sobres, con 30.000 dólares cada uno, para que cuando me entierren los arrojen a mi tumba.
Los tres hicieron lo solicitado. De regreso, el sacerdote dijo:
—Debo confesar que, pues necesitaba 10.000 dólares para la iglesia, los saqué del sobre.
—Yo tomé 20.000 para la construcción de mi clínica —agregó el médico.
—Caballeros —se relamió el jurista—, me sorprende y escandaliza su conducta. Yo puse en la tumba un cheque personal por la suma total.

-J.S.

Golf con Teodoro

—Arturo, ¿por qué ya no juegas al golf con Teodoro? —¿Jugarías tú con un tipo que moviera la pelota con el pie, cuando estuvieras distraido?
-Pues, no.—Tampoco Teodoro.
—M.M.

Entrada al cielo

Tres personas murieron a la vez y subieron al cielo, en cuya entrada se hallaba San Pedro, esperándolos. El primero en acercarse, un arquitecto, le indicó al santo:
—Me gustaría entrar.
-Todo en su momento —replicó San Pedro—. Antes debes pasar una pequeña prueba: deletrea Dios.
-Es muy fácil: D-i-o-s. —Correcto. Entra.
El segundo aspirante a ingresar en el cielo era un ranchero. —Quisiera pasar —expresó.
—Todo a su debido tiempo.
Primero tendrás que pasar una prueba sencilla: deletrea Dios.
—Es fácil. D-i-o-s.
—Magnífico; puedes pasar.
Finalmente le tocó su turno a una atractiva mujer de negocios, quien se dirigió al santo:
—Deseo entrar.
—Bien, pero antes debes some­terte a una pequeña prueba . . .
—Pero, ¿qué pasa, San Pedro? —protestó la mujer—.
He pasado por esto toda mi vida; sólo por ser mujer he tenido que luchar para lo­grar ascensos. Me he visto obligada a aceptar sueldos inferiores a los que reciben mis colegas varones por ha­cer el mismo trabajo, y he sido hos­tigada de continuo por algún jefe "machista". ¿También tú me vas a poner en dificultades ahora?
—Es tan sólo una prueba insig­nificante —contestó San Pedro—.
Deletrea Checoslovaquia.
—W.V.P.

Llegada tarde

Disculeme por llegar tarde —dijo
el hombre a su jefe-, pero mi suegra,
que está en casa, entró esta mañana en el
baño y cayó inconsciente sobre el lavabo.
-Qué barbaridad! ¿Y qué hizo usted ? —preguntó el jefe.
Al principio, no sabía qué hacer, señor,
pero finalmente decidí afeitarme en la bañera.

Impostor

Cuentan que en cierta época Albert Einstein solía viajar a distin­tas universidades para pronunciar conferencias, y siempre lo llevaba el mismo chofer. Un día este le dijo:
—Dr. Einstein, ya van unas 30 veces que le oigo exponer su teoría de la relatividad. Ya hasta me la sé de memoria. Apuesto a que soy capaz de repetirla.
—Te lo creo. Y ya que en la pró­xima universidad no me conocen, cuando lleguemos me pondré tu gorra y tú darás la conferencia.
Y lo hizo de maravilla. Mas cuan­do se disponía a salir, un profesor le expuso una pregunta muy com­pleja, con un montón de fórmulas y ecuaciones. Por fortuna el impos­tor supo salir del apuro.
—La solución de ese problema es sencillísima —replicó—. Me sor­prende que tenga que preguntarla, profesor. Es más, para demostrarle lo fácil que es, le pediré a mi chofer que le conteste.
— J.D.-

Caballero mezquino

Cierta noche, un caballero mezquino salió de un cabaré sin darle propina al conserje.
Cuando este lo ayudaba a subir al taxi, le dijo muy afable: "A propósito, señor; si
acaso llegara usted a perder la billetera camino a casa, recuerde que aquí no la ha sacado".
—s.m.

Prueba intelectual

UN BANQUERO, un electricista y un político se sometían a una prueba para medirles el cociente intelectual. Una de las preguntas era: "¿Con qué término describiría usted el problema suscitado cuando, lo que sale supera a lo que entra?"
El banquero escribió: "Sobregiro"; el electricista: "Sobrecarga"; y el político: "¿Cuál problema?"

—I.A.K.

Mentiroso

No LES parece molesto cómo alardean los aficionados a correr por las mañanas? Hace días oi a tres de ellos conversar; el primero aseguró:
—En lo que va del año he corrido quinienios kilómetros.
—No es mucho —comentó e! segundo—. Yo he corrido mil.
El tercero sonrió y dijo:
—Ni siquiera les diré cuántos kilómetros llevo... sólo que ayer fue necesario que me alinearan los pies.

-R.o.

Pedido

UN HOMBRE piadoso y bueno pasaba por una mala racha. Cierta noche, mientras elevaba al cielo sus plegarias, rogó a Dios que le concediera sacarse la lotería, en recompensa por tantos años de fe y devoción. Al día siguiente
se sentía optimista; pero, como no ocurrió nada, volvió a abogar por su causa durante las oraciones nocturnas. No obstante, Dios seguía sin hacérsela buena. Por último, el hombre se arrodilló, compungido, y se quejó:
—¿Por qué no me das una oportunidad, Dios mío?
De repente oyó la voz del Todopoderoso:
—¿Por qué no me la das tú? ¡Al menos compra un billete!

—B.M.

Resfrío

EN UN compartimiento del tren, una joven, muy resfriada, se buscó discretamente un pañuelo que había guardado en el sostén. Su desesperada búsqueda fue seguida con asombro por sus compañeros de viaje. Desesperada, la chica explicó: "Hace un momento, tenia dos''.

—c.o.

Tentación

UN SEÑOR estaba sentado en una butaca del teatro, en espera del inicio de la función. Varias personas le pidieron que les permitiera pasar para sentarse en la misma fila, y él se puso de pie para facilitarles el acceso. Al pasar, una corpulenta mujer le pisó un pie. El hombre, adolorido, la increpó:
—¿Por qué no se fija usted en dónde pisa?
La fémina, encolerizada, le espetó:
—¿Por qué no pone el pie en donde debe estar?
—No me tiente. No me tiente a hacerlo, señora.

-J.D.

Malhablada

LA MUJER de un campesino se quejaba ante el comisario del pueblo de que una niña de cinco años, recién llegada de España, profería malas palabras. Temía que llegara a ejercer influencia en sus propios hijos. El policía fue a investigar y dijo a la chiquilla:
—Me dicen que por aquí hay una señorita muy malhablada.
—¿Quién le ha dicho eso? —preguntó la niña.
—Un pajarito.
—¡Vaya! —musitó la nena— y pensar que he estado dándoles de comer a los muy hijos de puta!

¿Ya empezamos...?

EDISON había experimentado durante 13 meses para hacer una lámpara incandescente, tratando de encontrar una sustancia que diera luz sin llama. Cuando por fin lo logró un día a las 3 de la madrugada, salió corriendo del granero donde trabajaba, entró precipitadamente en su casa y, subiendo los peldaños de dos en dos, irrumpió en la alcoba donde dormía su esposa.
—¡Mira, querida! —le gritó.
La señora Edison despertó, se volvió hacia el otro lado en la cama y comentó con impaciencia:
—¡Por Dios, Tomás, apaga esa luz y acuéstate!

Tránsito lento

UN NEOYORQUINO que salía de una ciudad provinciana oyó a un locutor de radio quejarse del tráfico en la autopista local. El viajero escribió a la emisora el siguiente comentario: "No saben ustedes lo bien que están ahí. En la Ciudad de Nueva York el tráfico es tan lento en las horas de mayor afluencia que, para poder atrepellar a un peatón, sería necesario bajarse del automóvil y pisotearlo".

— wcco

Inflación

CUANDO mi abuela fue a ver la película El doctor Zhivago, se escandalizó con los altos precios de las entradas. Apoyándose en la taquilla, preguntó indignada a la cajera: "¿Se trata de algún especialista famoso?"

—c.w.

Pecar

UN PARROCO recién transferido a una nueva parroquia recibía las felicitaciones de sus feligreses. Una señora le dijo: "¡Es usted extraordinario! Yo no sabía qué era pecar hasta que vino usted".

—T.R.

Caja boba

AL LLEGAR a una fiesta un domingo por la tarde, en el apogeo de la temporada de fútbol, los caballeros desaparecieron y se fueron a la sala de la televisión para ver el partido. Pero mi marido no tardó en salir de allí, pues piensa, como yo, qué la televisión y las visitas sociales son incompatibles. Al poco tiempo otro caballero que pasaba por la sala hizo este comentario:
¿Qué te ocurre, Jorge: te gustan más las señoras que el fútbol?
—No es eso —repuso mi esposo—; es que la temporada de las damas es más larga.

—I.H.C.

Demanda dificil

SAN PEDRO y el demonio discutían un día a quién tocaba componer la cerca rota que separa el cielo del infierno. Por fin, exasperado, el santo exclamó:
—¡La arreglarás tú, Satán, o te demandaré!
—Demándame si quieres —repuso confiado el Malo—. ¿En dónde conseguirás un abogado? —

E.D.

La pildora

HEMOS descubierto que la mejor manera de administrar medicamentos al perro de la familia es hablarle de muchos temas aburridos; cuando bosteza, le dejamos caer la pildora en la boca.

—F.P.J.